Hermanas venezolanas mueren en Jet Set: Buscan repatriar sus cuerpos desde República Dominicana
NUEVA YORK . - Las hermanas venezolanas Fabiana y Fabiola Rodríguez murieron en el Jet Set Club, la popular discoteca dominicana cuyo techo colapsó al amanecer del martes 8 de abril durante una presentación del legendario merenguero Rubby Pérez y su orquesta.
Las Rodríguez llegaron hasta allí el lunes en la noche para celebrar el cumpleaños 28 de Fabiola, junto a un grupo de compatriotas que habían hecho de la República Dominicana su segundo hogar.
Mientras tanto, en Venezuela, su mamá y su hermana María Angélica se fueron a dormir tranquilas, sabiendo que Fabiola estaría llena de alegría junto a su adorada hermana Fabiana.
Nadie podía imaginar la tragedia, reportada antes de la 1:00 de la mañana, que cobró 221 vidas y dejó más de 250 heridos.
"Algo les pasó" a Fabiana y Fabiola Rodríguez
En entrevista telefónica desde Venezuela, María Angélica, hermana mayor de Fabiana y Fabiola Rodríguez, recuerda la llamada que cambió su vida.
El martes por la mañana nos cuenta, “a las 6 de la mañana me llama una prima y me dice: ‘¡Ve las noticias! Yo sé que tus hermanas estaban en esa discoteca'”.
Alarmada, lo primero que hizo fue intentar comunicarse con ellas. Sabía que vivían en departamentos diferentes, pero habían salido juntas. Les escribió enseguida. Ninguna respondió.
“Inmediatamente mando un mensaje, pero a ninguna de las dos les llegan los mensajes y yo dije 'algo les pasó'. Ellas nunca apagaban sus teléfonos", apunta.
Comenzó entonces un angustioso proceso de búsqueda. Amigos, redes sociales, conocidos en República Dominicana... Cada minuto, asegura, se convertía en una eternidad.
Inseparables las hermanas venezolanas
De sus hermanas, la primera en mudarse hace siete años a Santo Domingo fue Fabiola Rodríguez.
Ya era madre de un niño de siete años y de una bebé de apenas uno. Dice María Angélica que vivía feliz, enamorada de su nueva tierra.
Ese amor por la República Dominicana se lo contagiaba a quienes la rodeaban, especialmente a su hermana menor, Fabiana.
Así fue como esta salió hace unos años de Venezuela, dejando atrás su carrera de Derecho, que estaba a punto de culminar, para iniciar una nueva vida.
María Angélica no encuentra palabras para describir cuán inseparables eran sus hermanas menores Fabiana y Fabiola.
De siempre, recuerda, las llamaban Sol y Luna: Fabiola era el Sol y Fabiana, la Luna.
Ese 7 de abril tenían motivos para celebrar, ¿cómo supo su hermana mayor que no se habían salvado?
Identifican a Fabiana y a Fabiola por sus tatuajes
Habían pasado 24 horas del colapso del techo del Jet Set Club en Santo Domingo y todavía María Angélica no sabía qué había pasado con sus hermanas menores.
Hasta que este miércoles, 9 de abril, una prima le envió una imagen que jamás olvidará de su hermana Fabiana. "Una fotografía de su pie. Inmediatamente supe que era su pie; verle sus uñitas pintadas de blanco, su corazón tatuado en su tobillo. Es un recuerdo que no puedo borrar de mi mente”, ite.
Le quedaba la esperanza de que hallaran con vida a Fabiola.
Pero esa pequeña llama de fe fue apagándose poco a poco, hasta que una prima la encontró en la morgue.
“Mi hermana Fabiola tiene un tatuaje en la muñeca con el nombre de mi mamá y una coronita. Mi mamá se llama Reyna. No había dudas, también era ella", lamenta.
La espera que aumenta el dolor
Los cuerpos de las hermanas venezolanas Fabiana y Fabiola Rodríguez no han sido entregados a familiares.
Explica María Angélica que las autoridades exigen la presencia de familiares directos. Así que aunque la prima de las hermanas se encuentra en República Dominicana, no le permiten retirar los cuerpos, por no compartir el mismo apellido.
Ni siquiera a la pareja de Fabiola le entregan sus restos por no estar legalmente casados.
“No le quieren entregar los cuerpos porque legalmente no es familia directa. Pero es nuestra familia, nuestra sangre”, plantea María Angélica.
Ante esta situación, la madre de las hermanas, se moviliza con urgencia. Viajará desde Venezuela hasta Cúcuta, Colombia, y de ahí a República Dominicana, con un permiso especial, en un intento desesperado de reclamar a sus hijas.
Alerta sobre estafa con sus sobrinos
En medio del dolor y la incertidumbre, María Angélica también ha tenido que enfrentar otra situación desgarradora. Denuncia que personas ajenas a la familia están utilizando los nombres de sus sobrinos —los hijos de Fabiola— para pedir dinero a través de redes sociales.
“Están pidiendo dinero para los niños. ¡Los niños no necesitan dinero! Nosotros no estamos pidiendo a nadie. Es una falta de respeto utilizar el nombre de mis sobrinos en medio de este dolor", sentenció.
La familia aclara que no ha autorizado ninguna recolección de fondos y pide no caer en estafas que juegan con el sufrimiento ajeno.
Un contexto que complica todo
La tragedia no solo enlutece a una familia, sino que también deja en evidencia las consecuencias de la fragilidad diplomática entre Venezuela y República Dominicana.
Aunque las relaciones bilaterales se establecieron en 1945, fueron rotas oficialmente en julio del año pasado, lo que entorpece procesos de repatrición como los necesarios ante esta tragedia. Y es que más de 20 venezolanos se encontraban en la discoteca esa noche.
Sus familias enfrentan no solo el dolor de la pérdida, sino también la impotencia ante la burocracia y la falta de apoyo consular.